Fábula (El hombre y sus
perros)
Un hombre tenía dos perros, uno era
para la caza y otro para el cuidado del hogar, cuando salía de cacería iba con
el perro de caza, y si cogía alguna presa, al regresar, el amo le regalaba un
pedazo al perro guardián.
Descontento por esto el perro de caza, lanzó
a su compañero algunos reproches; que sólo era él quien salía y sufría en todo
momento, mientras que el otro perro, el guardián del hogar, sin hacer nada
disfrutaba de su trabajo de caza.
¡No es a mí a quien debes reclamar,
sino a nuestro amo, ya que en lugar de enseñarme a trabajar como a ti, me ha
enseñado a vivir tranquilamente del trabajo ajeno!
Moraleja:
Pide siempre a tus mayores que te
enseñen una preparación y trabajo digno para afrontar tu futuro, y esfuérzate
en aprenderlo correctamente siempre.
1ra.
parte (Fábula Enriquecida)
En cierto lugar
campestre, donde el pan de cada día era ganado con el sudor de la frente, y la
caza de animales silvestres como el venado era cotidiano en aquel lugar para el
alimento familiar, vivía un hombre y su familia, estos tenían dos perros en
casa, uno era un perro de cacería, el otro un perro guardián que día con día,
cuidaba del hogar mientras su compañero y su amo buscaban presa, pasados del
mediodía.
Sin
embargo la situación era tensa para estos dos animales, uno furtivo, zagas y en
peligro, otro pasivo, quieto, reposando todo el tiempo sin conocer el peligro,
el cazador reprochaba que al llegar siempre al hogar, parte de su presa era
otorgada sin vacilar al que cuidaba el terruño, “me causa rabia verte gozar de
mi presa peligrosa, sin que tengas en tu cuerpo, ni siquiera un rasguño”, cada
día esta historia se repetía, uno en peligro de muerte, otro gozando en casa
cual fiel sirviente.
No mires
hacia mí con rabia ni con descontento, es al amo al que debes tu agonía, que
eligiendo el tu historia, ha bendecido la mía.
Moraleja
de esta historia:
Pide siempre a los que están sobre
ti, disciplina y enseñanza, un oficio digno y fuerte, un trabajo, un quehacer,
no dejes que el tiempo llegue, sorprendiendo tu vejez, no dejes que el tiempo
pase, como pasa el necio, inmerso en la insensatez.
3ra. parte (Fábula Resumida)
Un hombre de caza traía consigo al
cazador, un perro fuerte, valiente y veloz, en casa estaba como cualquier día,
su otro perro, guardián de sus pertenencias, cómodo y seguro, tranquilo, a viva
voz.
El animal cazador reclamaba cada
día, “como tu gozas de mi presa diaria, cuando soy yo quien furtivamente lleva
una vida dura, en la caza, las más precaria”.
“Es al amo a quien debes tu quejar,
no es a mí, esta comodidad, no escogí nunca gozar”.
Moraleja:
Aprovecha el tiempo en tu propio
crecimiento, no sabes cuándo, no sabes dónde, necesitaras aliento.
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