domingo, 16 de junio de 2013

4.2.- Géneros Literarios


GENERO DESCRIPTIVO
TITULO: Corazón Valiente
Cierta noche de lluvia tempranera, una mascota de poca monta tocó como vacilante a las puertas de nuestra casa, un pequeño perro salchicha brincoteaba por la banqueta, como queriendo ganar los aplausos y adopción de mis pequeñas princesas, el animal, bello y juguetón, de fuerza y pezuña gruesa, ganó nuestra aprobación, comelón como ninguno, de buen diente como dicen por los corrales, apetito de reyes y viseras de emperador.
Cierta tarde casi a la fecha de su llegada pero con un año más viejo en sus lomos y sus pezuñas, el drenaje de la casa borboteaba por doquier, el animal en su ingenuo, sin vacilar en lo menos, bebía de lo que salía, muerte, virus, peste, nuestra mascota estaba destinada a morir sin demasía, sin premura y en una triste agonía, sin embargo; su corazón valiente, sus viseras de soldado insurgente remataron con el virus, con la peste y con la muerte, y aquella noche, nuestro Zuco de mar y guerra, dormía profundamente, despertando en la mañana, con apetito sonriente.

GENERO NARRATIVO
TITULO: Fe de niño
Cuenta la historia de un hombre, que dejaba por los senderos de su querido terruño, partes de su pasado, piezas de su presente y grandes bocanadas de su futuro, en los detrimentos tristes, que el alcohol traía a su vida, perdido por las noches de agonía, por la cruda del mediodía, las sombras lo sorprendían, según los hombres de aquel lugar, nadie como el buen “Sordo” para cuidar de las vacas, ninguno como el amigo para trillar de los campos, quien parecía siquiera, al fuerte cosechador, un “bulito” de alcohol como pago por la faena, siempre lo mismo, patrones abusadores, desgraciados del buen amigo.
Por los pasillos de aquel sombrío, frio y triste sitio de ambulancias, sirenas, enfermeras y doctores, yacía paciente como esperando la muerte, el “Sordo” aquel, del terruño veraniego, sus malpasadas, sus borracheras, le habían cobrado factura, y no había quien las cubriera, su cuerpo, su corazón, su páncreas y su mirada, delataban que pagaría, quizá, en la otra vida cercana, fe de niño del amigo, que se aferraba a su Dios como queriendo vivir, fe de niño del amigo, que encontraba en el Señor, respuesta amable a su profundo dolor, el buen amigo, el “Sordo”, recupero su presente, abandonó su pasado, y hoy vive como ninguno, mejorando su futuro, gloria a Dios por el buen “Sordo”, varón de temple y postura, galanura en su caballo, varón de lucha, de sonrisas, varón amable, con porte como de rayo.

GENERO TIPO DIALOGO
TITULO: Don Isauro
Isauro.- Mira por tu ventana, ya no llueve, pero sabes, hace apenas unas horas, pudiera yo jurarte, escuchaba por la azotea, gotas y no de lluvia.
Leticia.- Que está diciendo mi Chauro, ¿que la locura ha llegado al caminar de mi viejo?, que dice usted, deje los cuentos para los niños, deje esas cosas para el vecino.
Isauro.- Del vecino te estoy hablando, que en las horas que tú te duermes, el brinca las barricadas, entra como las zorras vacilando en las miradas, y lento como lechuza, como pantera, roba de la azotea, del agua que tanto falta, porque en su casa no tiene.
Leticia.- Al vecino me lo dejas, a su esposa ni menciones, grandes son y muy amables, cuidadosos de nosotros que ya viejos, ¿no seremos más bien tiernos, frágiles y espejos de los padres de ellos?, solo quieren cuidarnos, ayudarnos, ¿y tú ladrones los llamas?
Isauro.- Estos ojos que se han de comer los gusanos le vieron a tu varón, hurgándote a bocanadas, ve con ella y pregunta, si no te dice que este viejo te asegura, ¡ladrón de agua!, ¡ladrón!
Leticia.- Iré pues con la vecina, pero al regreso de tu vieja, callarás por tu mezquina, asesina y bien ladina, que llevas por lengua, mentirosa, acusando y reclamando, lo que tu conciencia mina, hurtas, robas, quitas con rapidez, lo que ni siquiera es tuyo, mi tiempo que tanto vale, cuando esta vieja regrese, callarás o partirás.
Isauro.- Vale pues, me has convencido, quizá el trabajo que es duro para tu viejo, ha formado sueños de madrugada, pesadillas de esa jugada, venga mi vieja chula, que buena pa´ la charlada.

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